¿Qué ocurriría si alguien, después de visitar escuelas a lo largo de todo el mundo durante varios años, de estudiar sus metodologías y su forma de trabajar, de charlar con ellos, de participar en sus proyectos, de, en definitiva, descubrir y aprender las distintas formas de educar decidiera dar forma a un nuevo escenario educativo? ¿Y si en ese escenario se diera encuentro la Taxonomía de Bloom y las inteligencias múltiples?
Una vez más, nos hemos liado la manta a la cabeza y nos hemos apuntado a otro de los cursos MOOC que oferta INTEF; en este caso, se trata del curso sobre Visual thinking que podéis seguir en redes con el hashtag #VisualMOOC. Y para cumplir con el tercer reto hemos elaborado un mapa visual en el que explicamos un poco una de nuestras técnicas de aprendizaje favoritas: las rutinas de pensamiento.
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Volvemos a hablar de Visual thinking. Después de contaros qué es el Pensamiento visual y hablar de la regla 6×6, es hora de entrar en aspectos más prácticos. Por eso hoy vamos a definir y detallar tres técnicas de Visual Thinking que os pueden ser muy útiles, tanto en vuestras aulas como en vuestro día a día. ¿Empezamos?
Continuamos hablando de Visual Thinking y lo hacemos proponiendo una reflexión sobre la conocida como Regla del 6×6 propuesta por Dan Roam. Pero, ¿en qué consiste esta regla?
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¿Alguna vez te has parado a coger papel y lápiz y garabatear para organizar tus ideas? ¿Has usado dibujos para comprender mejor tus esquemas o resaltar los conceptos principales y relacionarlos entre ellos? Querido lector, si tu respuesta es que sí, has estado haciendo Visual Thinking. Pero, ¿qué es exactamente esto del pensamiento visual?
El Visual Thinking o Pensamiento visual es una herramienta que permite un acercamiento a la realidad a partir de la visualización organizada de ideas expresadas en forma de dibujos sencillos acompañados por algunas frases o palabras clave. Esta forma de ordenar nuestras ideas tiene su origen a finales de los años 60, con el trabajo de Rudolf Arnheim, y relanzado por el trabajo de Dan Roam que, en su libro «Tu mundo en una servilleta», nos ofrece todo tipo de información sobre el Pensamiento Visual, llegando, incluso, a explicarnos cómo funciona el proceso de esta forma de expresar:
El pensamiento visual significa aprovechar la capacidad innata para descubrir ideas que de otro modo serían invisibles, desarrollarlas rápida e intuitivamente y luego compartirlas con otras personas de manera que puedan entenderlas de forma inmediata. No existe mejor forma de constatar que realmente sabemos algo que dibujándolo.
Podemos incluso afirmar entonces que el pensamiento visual se ajusta a la taxonomía de Bloom, cumpliendo con todas las fases que define: comprender, recordar, aplicar, analizar, evaluar y crear. De este modo no sólo es una buena herramienta para llegar a los alumnos o para que nuestros hijos puedan estudiar mejor en casa, sino también es una forma de que ellos mismos sean quienes generen sus propios contenidos, puedan compartirlos e incluso realizarlos de manera colaborativa, por ejemplo, plasmando mediante esta técnica una lluvia de ideas. Y como no hay mejor manera de explicar un concepto que poniéndolo en práctica, aquí tenéis el ejemplo que hemos realizado para el curso #visualmooc de intef, dando así respuesta al primero de los retos.
En el siguiente mapa mental hemos intentado plasmar, mediante visual thinking, qué nos puede aportar esta técnica en nuestra forma de trabajar.
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